Empleados de Cajastur y miembros (nunca mejor dicho) de otros colectivos, literalmente se quedaron en pelotas para escenificar simbolicamente dicha salida a bolsa.
Os podemos asegurar que lo más comentado entre nuestros compañeros de Asturias fueron las divagaciones sobre la identidad de las personas que se arriesgaron "la piel" en este día. No seremos nosotros quienes los identifiquemos (tampoco podríamos hacerlo); mejor mantengamos viva la leyenda.