Este Blog nace a raíz de la Asamblea de Trabajadores de Cajastur celebrada el 20/10/12 y pretende informar acerca del conflicto generado por la gestión de Manuel Menéndez y su brutal plan de ajuste contra los trabajadores.

Este blog no es órgano de ningún sindicato concreto y responde al deseo unanimemente expresado en la Asamblea de defender el futuro de la Caja y de nuestros puestos de trabajo.

jueves, 27 de noviembre de 2014

Elecciones sindicales

El 26 de noviembre se celebraron elecciones sindicales en el sector de las cajas de ahorros (incluyendo los bancos procedentes de las mismas) y, aunque no se celebraban en Asturias, teníamos interés en conocer que resultado obtendrían los sindicatos firmantes de los EREs en nuestra empresa.

Los resultados han sido publicados por diferentes medios, por lo que no los vamos a repedir; pero dejan bien claro que "el que la hace la paga" y "las traiciones no se perdonan".

Después de las elecciones, los firmantes del último ERE apenas suponen el 38 % de la representación sindical de Liberbank; lo cual les deja sin legitimación alguna para defender su postura de que hicieron "lo menos malo". Los compañeros han votado que no opinan lo mismo.

Si revisamos los resultados por territorios, los firmantes del actual ERE apenas suponen el 32 % de la representación sindical de Extremadura y el 50 % en Cantabria. En Asturias, recordemos que ya estaban previamente reducidos al 26 % de la fuerza sindical.

Si revisamos el Banco CCM, la ausencia de alternativas motiva que los sindicatos traidores sigan obteniendo buenos resultados; aunque a nivel de grupo (Liberbank + BCCM), los firmantes suponen el 63 %; además, CCOO + UGT apenas llegan al 43 % (por tanto, no van a poder firmar nada más en solitario).

En resumen: los empleados de Liberbank exigimos que aquellos que nos representen defiendan nuestros intereses y esperamos que, en el futuro, hayamos aprendido la lección.

miércoles, 19 de noviembre de 2014

Otra noche en la Opera

Como ya sucediera en septiembre pasado, Liberbank-Cajastur patrocina la retransmisión de una actividad cultural que se celebra en el Teatro Campoamor de Oviedo. En esta ocasión, la obra se retransmite a través de una pantalla gigante instalada en la Plaza de la Escandalera, para que los aficionados puedan disfrutar del acontecimiento gratuitamente.


Como no puede ser de otra manera, trabajadores de la entidad patrocinadora (afectados por un salvaje ERE) y compañeros de otros colectivos, nos personamos antes del inicio de la retransmisión para informar a los presentes de nuestra opinión sobre el evento. 


A continuación reproducimos el contenido de las octavillas preparadas para la ocasión, que se repartieron entre los presentes:


 La afición a la ópera merece respeto: los empleos
y los derechos de los trabajadores
y de todos los asturianos también
(El cinismo de los directivos de Liberbank)

Aprovechando esta actividad financiada por Cajastur/Liberbank, queremos informar a la opinión pública de la actuación de los directivos de la entidad que privatizan Cajastur, se blindan en sus puestos y en sus astronómicos salarios en la cúpula de Liberbank, promueven ERES fraudulentos para recortar los salarios de los trabajadores, despiden a la trabajadora de la obra social y cultural que consiguió anular el ERE que habían promovido en dicha Obra y se negó a vender su puesto de trabajo, están paralizando la solución a la angustiosa situación de los trabajadores del Hotel León y cierran los centros de pensionistas de Cajastur

Todos estos recortes e injusticias se basan, según la dirección de Liberbank, en las dificultades económicas por las que pasa la entidad. Con ellas pretenden tapar las consecuencias de su nefasta gestión y del proceso de privatización/liquidación de los que son los máximos responsables.

Por eso resulta de un cinismo intolerable que ahora se quieran presentar como mecenas de las artes y la cultura (con dinero ajeno) estos personajes que hoy no estarán viendo la ópera al aire libre en la Escandalera, sino en cómodos y reservados palcos preferentes en el Campoamor, alternando con la supuesta alta sociedad asturiana que hace de la asistencia a ese tipo de actos una demostración de su privilegiada situación económica y social.

Reiteramos nuestro respeto a los ciudadanos que han acudido a contemplar la retransmisión de Madame Butterfly, pero también les pedimos que, además de disfrutar del espectáculo, intenten entender las razones de nuestra protesta tanto por las situaciones que estamos pasando como por la inmoral utilización de este acto para lavar la cara de unos individuos cuya gestión al frente de Cajastur/Liberbank está siendo absolutamente nefasta para Asturias y los asturianos.

lunes, 10 de noviembre de 2014

El sindicalismo del régimen

El sindicalismo del régimen en la privatización de las cajas de ahorro

La privatización de las cajas de ahorros constituye el mayor atraco de la historia de este país como colofón final de una orgía de corrupción y despilfarro llevada a cabo por un grupo de facinerosos aupados a los puestos de dirección de las cajas desde las cloacas de la política, con la complicidad activa del sindicalismo del régimen. A nosotros, como trabajadores de las cajas y como sindicalistas, no nos lo contaron, lo vivimos en directo.

Cuando se habla de sindicalismo del régimen en el sector de cajas de ahorro, hay que referirse fundamentalmente a CCOO y UGT, sindicatos que contaban con presencia en la mayoría de los órganos de dirección de las cajas y que con el 60% de representatividad (40% CCOO, 20% UGT) fueron un apoyo imprescindible como garantía del silencio y la paz social en todo este latrocinio y como firmantes de todos los ERES que, en el proceso de privatización, se llevaron por delante miles de empleos y supusieron recortes salariales inéditos en nuestro país.

Por todo esto, es necesario salir al paso de los intentos de reducir el problema de la nefasta actuación sindical en los consejos de administración de las cajas al caso de las tarjetas opacas de Caja Madrid y a la actuación de unos pocos cuatreros con carnet sindical que abusaron de la supuesta buena fe de sus compañeros de sindicato. Nada más lejos de la verdad. La corrupción individual de estos personajes es el reflejo de la burocratización y de la corrupción colectiva que durante años ha sido la marca de actuación de CCOO y UGT en las cajas.

La complicidad sindical en las privatizaciones, los despidos y los recortes es, al margen del modo de pago de esa complicidad, corrupción pura y dura. Más aún cuando, como en el caso de CCOO y UGT, se ejerce esa sucia labor desde un discurso pretendidamente de clase para acabar siendo un claro exponente del peor amarillismo sindical.

Que la presencia en los consejos de administración suponía un chollo para quienes accedían a ellos era un secreto de polichinela entre los trabajadores de las cajas. Que, por mucho que se escudaran en el secreto de las deliberaciones para no informar a los trabajadores a los que supuestamente representaban, era público y notorio que su papel en los consejos se reducía a aprobar la inmensa mayoría, por no decir todas, de las decisiones que tomaban los directivos de las entidades. Que en esta actitud de complicidad activa con quienes estaban transformando las cajas en su cortijo particular, financiado la especulación inmobiliaria ligada a la corrupción política, era apoyada y alentada por los sindicatos a los que pertenecían, por motivos fácilmente comprensibles y que nada tiene que ver con la honestidad sindical, es un hecho constatable.

Sin este grado de cooperación en el saqueo de las cajas, sería imposible entender la estrategia de CCOO y UGT en todo el proceso de su privatización/liquidación posterior.

¿Cómo puede entenderse que un sector de 120.000 trabajadores y cientos de delegados sindicales se privatice y se someta a una reconversión brutal sin que, salvando aquellas regiones donde existe algún sindicato de clase minoritario, se haya registrado ninguna protesta ni haya tenido lugar ninguna oposición activa?

¿Cómo puede entenderse que desde los sindicatos mayoritarios no se haya trabajado por constituir un amplio frente social para oponerse a la privatización?

¿Cómo puede entenderse que desde los sindicatos mayoritarios no se hayan apoyado las reivindicaciones de los desahuciados, de los afectados por la estafa de las preferentes y la deuda subordinada para exigir una solución a sus situaciones, dejando a los trabajadores de las cajas a los pies de los caballos, enfrentados en muchos casos a nuestra gente y nuestros mejores clientes por unas decisiones delictivas cuya responsabilidad es de quienes dirigieron las cajas y los bancos surgidos de éstas?

¿Cómo puede entenderse que la totalidad de los ERES aplicados al amparo de la genocida reforma laboral del PP en las antiguas cajas que han supuesto miles de despidos y recortes salariales inéditos en nuestro país, hayan contado con la firma, a espaldas de los trabajadores, de CCOO y UGT?

¿Cómo puede entenderse que CCOO y UGT no hayan presentado denuncias contra  los presidentes de las cajas quebradas y privatizadas?

Muy sencillo: la privatización de las cajas, al igual que su saqueo anterior, es eso que se llama un Asunto de Estado en el que la complicidad y la corrupción se hacen transversales, una radiografía exacta de un régimen en cuyas cúpulas ya no hay derechas ni izquierdas, sólo sinvergüenzas con diferentes carnets y, como en el tango, en un mismo lodo, todos manoseaos. Por otro lado, denunciar penalmente a los responsables del saqueo de las cajas supondría, en el caso de los sindicatos que formaron parte de los consejos de administración de las cajas, denunciarse a sí mismos, cosa que, evidentemente, no van a hacer.

A quienes desde el sindicalismo de clase nos hemos enfrentado a este saqueo de las cajas, los sindicalistas del régimen han pretendido descalificarnos con la manida frase “protestar y decir que no a todo es lo más fácil”. Nada más lejos de la verdad. Lo más fácil y lo más rentable es ser cómplice de las privatizaciones, los despidos y los recortes por la mañana, y salir (cada vez menos, ciertamente) por las tardes a pasear pancartas con lemas en los que se ha dejado de creer hace mucho tiempo. A las pruebas nos remitimos.

Desde nuestro punto de vista, el sindicalismo de clase sigue siendo una herramienta imprescindible en estos tiempos pero para su desarrollo resulta fundamental que los trabajadores nos sacudamos de encima estas estructuras corruptas que nos han llevado, en las cajas al igual que en otros sectores, a una situación de debilidad que hace posible todos los atropellos a los que nos someten los gobiernos al servicio de la troika.

Otra forma de sindicalismo es posible, necesaria y urgente.

Por nuestra parte, desde la CSI (Corriente Sindical de Izquierda), sindicato asturiano de clase, con nuestras modestas capacidades, en ello estamos.


Enlace al artículo original:  Publico.es