En determinado momento, no sabemos si fruto de la emoción del encuentro o bien siguiendo un plan preestablecido, varios delegados de CCOO, CSI, CSICA y STC-CIC se encerraron en dependencias del edificio Escandalera, donde pretendían resistir hasta la concentración del día siguiente.
Desgraciadamente, las fuerzas del orden, que no tenían nada mejor que hacer, impidieron a nuestros compañeros cumplir su objetivo y los desalojaron hacia las cinco de la tarde. Hacia esa hora llegaban los miembros del Consejo de Administración de Cajastur, y no sabemos si les molestaba especialmente la presencia de nuestra pancarta en la ventana de la primera planta de Escandalera; el caso es que burlaron la presencia de otros delegados en la puerta de San Francisco, accediendo disimuladamente al edificio por el callejon lateral.